Por los años 1979 y 1980, se dio los primeros indicios de escuela en el Pozo. Inicialmente esta estuvo ubicada en el corredor de la casa del señor Vicente Silva, en la finca llamada la Cajita y las primeras profesoras fueron Paulina Silva y Miriam Miranda respectivamente.

Viendo la necesidad de una estructura física para la escuela, el Señor Vicente Silva dona el terreno donde funciona en la actualidad. Sin embargo, no se hace ningún tipo de documento legal que lo sustente. Allí construyen una escuela en madera alrededor del año 1982. Para esa época la profesora fue Dora Emilce Higuita. Años después construyeron otra escuela en material y esta constaba de un salón, unidades sanitarias y un apartamento. De esta escuela existe un contrato de donación entre el señor Gilberto Martínez Boja, quien dona a la Junta de Acción Comunal del Pozo un terreno de su propiedad en el cual está construida la escuela y que lo adquirió por compra al señor Vicente Silva mediante escritura 239 del 4 de agosto de 1986. Allí enseño el profesor Hernando Toro en los años 1991 y 1992, época en la que se dieron unos fuertes temblores que dañaron la planta física de la escuela y el profesor termino dictando las clases en casa de un señor Valentín Jaramillo hasta que se dio el cierre definitivo por falta de la estructura física. Un año después, fue construida por el oficial Aníbal Pérez una nueva escuela que consta de unidades sanitarias, apartamento, aula de clase y un pequeño patio, en la alcaldía del señor Rafael Oquendo y cuya profesora fue Leila Margarita Durango Machado entre los años de 1993 y 1999. Allí se atendían estudiantes del Pozo y de la vereda el Tambo.

En 1999, se dio una época muy fuerte de violencia, donde murieron algunos de los padres de familia y entonces las personas se desplazaron hacia otros lugares y la vereda queda sola aproximadamente siete años. Con este nuevo cierre de la escuela, esta queda abandonada y su dotación es repartida entre las escuelas de Piedras Blanquitas y Cuevas.

En el 2007, el señor John Nohavá y otras familias fueron los gestores para ver si se daba la posibilidad de volver a abrir la escuela ya que había 20 niños desescolarizados. Para el 2008, se traslada la plaza de Chuscal de Murri para el Pozo. Puesto que es muy difícil sacar la papelería para abrir una nueva plaza. Iniciando clases el 18 de febrero del mismo año, con la educadora Lina Sorany Bran Nanclares en la escuela con el nombre Centro Educativo Rural Chuscal de Murri. La escuela no contaba con ningún tipo de dotación y los estudiantes recibían las clases en el piso. Las condiciones en que se encontraba esta, eran totalmente inadecuada para el aprendizaje de los estudiantes por falta de agua, guías de aprendizaje, libros, sillas, material didáctico y servicios sanitarios. Sin embargo, poco a poco se logró ir dotando de lo mas indispensable.

En el año 2010, se posesiona como educadora Luz Mabel López Arias remplazando a Lina Sorany Bran Nanclares quien era provisional.

En el mismo el año, se le cambia el nombre de Centro Educativo Rural Chuscal de Murrí por Centro Educativo Rural El Pozo, mediante la resolución 0104727 del 30 de agosto de 2010 y se le concede reconocimiento de carácter oficial, esto para que llevara el mismo nombre del lugar en donde se encuentra el centro educativo. El 20 de octubre de 2013, computadores para Eduacar dona al Centro Educativo 5 equipos portátiles, diez mause, un video bean, un lector óptico y un router En el año 2015, inicia un proceso de legalización de los centros educativos y con ello se fusiona a la Institución Educativa Manuel Antonio Toro, tomando el nombre de Sede El Pozo.

En abril de 2018, la sede principal dona a la Sede el Pozo cuatro Tablets para el trabajo con los estudiantes.