Título del proyecto
Cátedra escolar de teatro y artes escénicas.
Objetivos
Fortalecer el talento y las capacidades artísticas de los estudiantes de la Institución Educativa Manuel Antonio Toro mediante la implementación de
semilleros de teatro y artes escénicas para el montaje y presentación de diferentes obras y actos
escénicos a través de los cuales la cultura se convierta en un referente fundamental para el desarrollo de sus
educandos, brindando la posibilidad de aprender, enseñar, trabajar y entretener por medio del arte.
ESPECIFICOS:
• Motivar a los estudiantes de primaria, secundaria y media para participar en el grupo de teatro institucional
• Formar seres humanos capaces, pensantes, sensibles, autónomos, críticos y reflexivos por medio del teatro y las artes escénicas, afianzando la identidad cultural y la calidad de vida; lo que se verá reflejado en una mayor tolerancia y una mejor convivencia.
• Sensibilizar a los participantes sobre la importancia del trabajo con el cuerpo y el aprendizaje del teatro y las artes escénicas en el afianzamiento de las capacidades y habilidades motrices básicas y complejas que permitan llegar al desarrollo de habilidades específicas.
• Brindar formación académica con respecto al origen, la temática y el significado del teatro y las artes escénicas
• Ofrecer un espacio alternativo para las actividades de ocio y tiempo libre de los estudiantes realizando diferentes presentaciones de teatro y artes escénicas en actos culturales y demás eventos dentro y fuera de la institución
Marco conceptual
Los proyectos culturales en las instituciones educativas y en el caso especial a nivel del teatro y las artes escénicas de nuestra Institución Educativa Manuel Antonio Toro, sirven como canal para que la comunidad educativa y especialmente los estudiantes, aprendan a organizar y manejar su tiempo libre con actividades que potencien su creatividad, talento, convivencia e inclusión social; logrando así que las diversas actividades culturales y el lenguaje corporal en general le permitan fortalecer el conocimiento y desarrollo de sus facultades físicas, intelectuales, habilidades perceptivas, emocionales, sensibles, de ubicación espacial, de comunicación visual y a través de la imaginación creadora, obtener también herramientas necesarias para que no sean solo un cuerpo con destrezas, sino un ser creativo, hábil para poder responder a sus propias necesidades y las de una comunidad en la que se pueda integrar sensiblemente.
El poder ensayar y poner en práctica su talento creativo en el teatro y las artes escénicas es también un primer paso para que la comunidad educativa, y las comunidad en general se preocupen por empezar a recopilar ese acervo cultural e intelectual que caracteriza a nuestra región, volviendo sus ojos al pasado, comprendiendo y entendiendo las diferentes formas autóctonas propias de nuestro folclor, alejándonos así de malas influencias foráneas y de los medios de comunicación que tanto dominio han manifestado en las últimas generaciones.
El teatro y las artes escénicas nos permiten rescatar los valores culturales y el talento de nuestra comunidad, favorecen la participación y la sana integración, permiten un adecuado aprovechamiento del tiempo y libre, no solo como complemento a las actividades académicas sino como un apoyo a las mismas, fortaleciendo los procesos de formación en los y las estudiantes.
El teatro y las artes escénicas
El teatro (del griego theatrón 'lugar para contemplar') es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas para un escenario, ante un público. El Día del Teatro se celebra el 27 de marzo.
En adición a la narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, el ballet, la ópera china y la pantomima.
La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres, o la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza, se embocaron en auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses y se expresaban los principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.
Elementos básicos
El teatro como se ha podido observar, constituye un todo orgánico del que sus diferentes elementos forman una parte indisoluble. Esos elementos, no obstante, poseen cada uno características y leyes propias y, en función de la época, de la personalidad del director o de otras circunstancias, es habitual que se conceda a unos u otros mayor relevancia dentro del conjunto de estos elementos.
Texto
Las obras dramáticas se escriben en diálogos y en primera persona, en el que existe las acciones que van entre paréntesis, (llamado lenguaje acotacional)
En la tradición occidental, el texto, la obra dramática, se ha considerado siempre la pieza esencial del teatro, llamado "el arte de la palabra". Dado que, de forma más matizada, esta orientación predomina también en las culturas orientales, cabe cuando menos admitir como justificada tal primacía. A este respecto deben hacerse, no obstante, dos consideraciones: en primer lugar, el texto no agota el hecho teatral, pues una obra dramática no es teatro hasta que se representa, lo que implica como mínimo el elemento de la actuación; en segundo lugar, son numerosas las formas dramáticas arcaicas y los espectáculos modernos que prescinden por completo de la palabra o la subordinan a elementos cual la mímica, la expresión corporal, la danza, la música, el despliegue escénico.
El hecho de que la obra sólo adquiera plena vigencia en la representación determina además el carácter distintivo de la escritura dramática respecto a otros géneros literarios. La mayoría de los grandes dramaturgos de todos los tiempos, desde los clásicos griegos al inglés William Shakespeare, el francés Molière, el español Pedro Calderón de la Barca o el alemán Bertolt Brecht, basaron sus creaciones en un conocimiento directo y profundo de los recursos escénicos e interpretativos y en una sabia utilización de sus posibilidades.
Dirección
La personalidad del director como artista creativo por derecho propio sólo se consolidó, según se apuntó anteriormente, a fines del siglo XIX. Su figura, de cualquier forma, había existido siempre, en cuanto responsable de la coordinación de los elementos que representan, desde la escenografía a la interpretación. A él corresponde, en definitiva, convertir el texto, si existe, en teatro, por medio de los procedimientos que juzgue precisos. para inducir a la reflexión por los alemanes Bertolt Brecht y Erwin Piscator o el ascetismo del polaco Jerzy Grotowski
Actuación
Las técnicas de actuación han variado enormemente a lo largo de la historia y no siempre de manera uniforme. En el teatro occidental clásico, por ejemplo los grandes actores, los "monstruos sagrados", tendían a enfatizar las emociones con objeto de destacar el contenido de la obra, en la comedia del arte el intérprete dejaba rienda suelta a su instinto; los actores japoneses del Nō y kabuki, hacen patentes determinados estados de ánimo por medio de gestos simbólicos, bien de gran sutileza o deliberadamente exagerados.
En el teatro moderno se ha impuesto por lo general la orientación naturalista, en que el actor por medio de adquisición de técnicas corporales y psicológicas y del estudio de sí mismo y del personaje, procura recrear en escena la personalidad de éste. Tal opción, evolucionada en sus rasgos fundamentales a partir de las enseñanzas del ruso Konstantín Stanislavski y muy extendida en el ámbito cinematográfico, no es desde luego la única y en último extremo la elección de un estilo interpretativo depende de características del espectáculo y de las indicaciones del director.
Sin embargo, actualmente, a inicios del siglo XXI, la actuación teatral con tendencia naturalista está siendo replanteada seriamente. La teatralidad contemporánea requiere una crítica del naturalismo como simple reproducción del comportamiento humano, pero sin lazos con su entorno. Actualmente ha habido grandes transformaciones del trabajo de Stanislavski siendo las más importantes Antonin Artaud, Jerzy Grotowsky Étienne Decroux y Eugenio Barba. Estas técnicas, llamadas actualmente extracotidianas implican una compleja síntesis de los signos escénicos.
Otros elementos
De forma estricta, se entiende por decorado al ambiente en que se desarrolla una representación dramática, y por escenografía, al arte de crear los decorados. Hoy en día, tiende a introducirse en el concepto de "aparato escenográfico" a todos los elementos que permiten la creación de ese ambiente, entre los que cabría destacar fundamentalmente a la maquinaria o tramoya y la iluminación.
En la antigüedad, la escenografía se hallaba condicionada a limitaciones técnicas y arquitectónicas, circunstancia que se mantuvo durante toda la Edad Media. Fue ya a fines del Renacimiento y, sobre todo, durante los siglos XVII y XVIII, cuando la escenografía comenzó a adquirir realce, gracias al perfeccionamiento de la perspectiva pictórica, que permitió dotar de mayor apariencia de profundidad al decorado, y posteriormente al desarrollo de la maquinaria teatral. En el siglo XIX, con la introducción del drama realista, el decorado se convirtió en el elemento básico de la representación. El descubrimiento de la luz eléctrica, en fin, dio pie al auge de la iluminación. Las candilejas, que en principio eran un elemento accesorio, se consideran poéticamente un símbolo del arte teatral.
Estrechamente vinculado con la concepción escénica, se ha hallado siempre el vestuario. En el teatro griego, la tosquedad de los decorados se compensaba por medio de máscaras —trágicas o cómicas— y las túnicas estilizadas de los actores, cuyo objeto era de resaltar el carácter arquetípico de los personajes. Durante el Barroco y el Neoclasicismo adquirieron importancia el maquillaje y el vestuario, si bien éste se empleó a menudo de forma anacrónica —se representaba por ejemplo una obra ambientada en Roma con ropajes franceses del siglo XVII hasta la aparición del realismo. En la actualidad, la elección del vestuario no es sino un elemento más dentro de la concepción general del montaje
LA DRAMÁTICA:
Constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo. El teatro o dramática se presenta ante los posibles receptores de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. De todos modos, las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y cualquier lectura personal no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores...
Este género literario cuenta con las siguientes características básicas:
Los autores dramáticos deben contar una historia en un lapso de tiempo bastante limitado, con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias.
El hilo argumental debe captar la atención del público durante toda la representación. El recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace.
El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y espectaculares, o lo que es lo mismo, el texto literario se suma, como un elemento más, a los elementos escénicos pertinentes para conseguir un espectáculo completo.
Aunque podamos leer una obra de teatro, los personajes que intervienen en ella han sido concebidos por el autor para ser encarnados por actores sobre un escenario.
La acción se ve determinada por el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto central de la obra.
El autor queda oculto detrás del argumento y los personajes. Si leemos una obra teatral, observaremos que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre cómo debe ser el escenario o cómo deben actuar los personajes. Estas instrucciones se denominan acotaciones. Por lo demás, los sentimientos del autor, sus ideas y opiniones se encuentran diluidos en la amalgama de personajes y ambientes que forman una obra de teatro.
A partir de estas características generales, los elementos que otorgan personalidad propia a este género son los siguientes:
Acción: Son todos los acontecimientos que suceden en escena durante la representación relacionados con la actuación y las situaciones que afectan a los personajes.
Personajes: Son quienes llevan a cabo la acción dramática a través del diálogo.
Tensión dramática: Es la reacción que se produce en el espectador ante los acontecimientos que están ocurriendo en la obra.
Diálogo: Las conversaciones que los personajes mantienen entre sí hacen que la acción avance. Estas conversaciones se pueden producir entre dos o más personajes.
Acotación: Se trata de aclaraciones que el autor de la obra teatral realiza sobre cómo debe ser el decorado, cómo se tienen que mover los personajes, qué gestos deben hacer.
Tiempo: Hemos de tener en cuenta que, por un lado, está el tiempo de la representación, es decir, lo que dura la obra teatral. En ese tiempo se debe desarrollar una acción determinada, que puede durar lo mismo que la representación, o más, con lo que los personajes deberán hacer referencia al tiempo que transcurre (prolepsis), denominado tiempo aludido. Así, hemos de diferenciar entre tiempo de la representación, tiempo de la acción y tiempo aludido.
Elementos caracterizadores: Para que el argumento de una obra sea creíble, los directores teatrales suelen recurrir a recursos auxiliares que contribuyan al espectáculo: un vestuario acorde con la época en la que se sitúa la obra, música de fondo o de acompañamiento (con la misma finalidad que la banda sonora de una película), iluminación adecuada a cada momento y una escenografía adaptada a la obra en cuestión, que suele estar al cargo del director de escena. En el teatro medieval estos recursos eran casi inexistentes, con lo que los espectadores debían utilizar más su imaginación para la contemplación de una obra teatral. Durante el Siglo de Oro, con la representación en corrales de comedias, los autores se debían valer de dos o tres puertas al fondo del escenario y un primer piso con ventanas y un balcón. Poco a poco el teatro se fue desarrollando y fue precisamente Calderón de la Barca quien más contribuyó al desarrollo de los efectos más o menos especiales y de la escenografía. Hoy en día la representación depende, en cuanto a su escenografía, del director de escena, que puede concebir un escenario minimalista, es decir, con los mínimos recursos, o bien una representación clásica, esto es, lo más realista posible.
Responsables
Docentes de áreas de lenguaje, educación artística y educación física.
Contenidos o temáticas a desarrollar
• Conformación de semilleros y grupo de teatro y artes escénicas de la Institución Educativa Manuel Antonio Toro con estudiantes de primaria, secundaria y media.
• Preparación en diferentes aspectos relacionados con la formación teatral: (Personales, guiones, manejo de escenario, expresión corporal, comprensión lectora)
• Preparación de montajes de obras teatrales y actos escénicos para ser expuestos dentro y fuera de la Institución
• Proyección del grupo de teatro nivel municipal e intermunicipal en festivales y eventos, exaltando el nombre de la Institución Educativa Manuel Antonio Toro
La preparación en formación teatral se considerará también desde las áreas articuladas al proyecto según el grado y competencia abordada. (Humanidades Lengua Castellana, Educación Artística, Educación Física)
Recursos
Se hace necesaria la implementación de elementos para el montaje y presentación de obras teatrales:
Telones
Luces
Elementos de caracterización (Maquillaje, pelucas, accesorios, vestuarios)
Sonido (Micrófonos de solapa)