Las Ciencias Sociales, desde lo pedagógico se encuentran caracterizadas por estar abordadas a través de ejes generadores, tales como un desarrollo de competencias, preguntas problematizadoras, una estructura flexible, abierta, integrada y en espiral y por ámbitos conceptuales; los cuales son decodificadores de la realidad y a su vez permiten conectar las CCSS con los intereses de los estudiantes y que estos tengan una alternativa de pensamiento para generar espacios de libertad. (MEN, 2002).
Es así como la responsabilidad de estás consiste en potencializar procesos como clasificar, disociar factores, motivación y empatía para que los estudiantes construyan-adopten conocimientos complejos y resultados críticos. No obstante, “los principios de las CCSS se encuentran dentro de los cinco axiomas, los cuales son: Presencia, complejidad, cientificidad, coherencia y espiritualidad, donde su funcionalidad es programadora y evaluadora”. (Herrerías, 2011).
Desde la didáctica, las Ciencias Sociales dentro de lo curricular, poseen un conocimiento abierto porque permite análisis y reflexión, el ingreso de temáticas actuales de interés para los estudiantes-docentes y la reflexión sobre los desafíos que debe afrontar el país y los educandos; posibilitando así desarrollar competencias tales como: cognitivas, procedimentales e interpersonales.
En la evaluación que se realiza de todos los anteriores procesos, como docente se emplea una metodología, la cual consiste en una elaboración de propuestas de acción y participación mediante un análisis cognitivo, biológico, sexual, psicológico, emocional y cultural para tener como resultado una buena observación del sujeto respecto a sus prácticas de subjetividad y de esta forma conocer los saberes que tiene los estudiantes y cómo interpreta su realidad. A su vez, la evaluación es integral porque posibilita observar mejor el proceso de los estudiantes a partir de la reflexión de los contenidos de las Ciencias Sociales.
En el tratado anterior se refleja que los lineamientos curriculares deberían enmarcarse en una propuesta más amplia e integrada de las ciencias sociales, dado que la historia ha estado marcada por (revoluciones) que han transformado nuestra estructura productiva y social que a su vez ha estremecido el mundo desde su raíz; por lo cual ha sufrido la humanidad y lo seguirá haciendo si las necesidades en cuanto a la educación aumentan. Por lo tanto se refleja que la creación de las ciencias sociales se ha construido de forma tardía, debido dificultades y la complejidad de las mismas y a las necesidades de la enseñanza de saberes para analizar la falta de productividad, igualdad, racionalidad política e integración cultural.
A ello obedece una de las críticas que pueden surgir a las estructuras curriculares que se plantean en este sentido, y es que los docentes del país carecen de formación en las distintas disciplinas de las Ciencias Sociales. Es por ello que “las ideas de Decroly fueron retomadas posteriormente por expertos en pedagogía y didáctica para dar origen a los ejes generadores; los cuales están enmarcados en una perspectiva crítica porque permiten conectar el área de Ciencias Sociales con los intereses los estudiantes, dinamiza su quehacer pedagógico y proporciona a los estudiantes adoptar y construir conocimientos más complejos, donde sus resultados se deben someter a la crítica.